En el contexto actual de la pandemia de COVID-19, muchas empresas se han visto obligadas a recurrir a los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) como medida para hacer frente a la crisis económica. Sin embargo, es posible que en algunos casos los trabajadores decidan voluntariamente dar de baja en la empresa durante el periodo de ERTE. En esta ocasión, te presentamos una guía informativa sobre el preaviso de baja voluntaria durante un ERTE y qué aspectos debes tener en cuenta al tomar esta decisión. Exploraremos los derechos y obligaciones tanto del trabajador como de la empresa, así como las consecuencias que pueden derivarse de esta situación. Si estás considerando dar de baja en tu empresa durante un ERTE, este contenido te proporcionará la información necesaria para tomar una decisión informada. ¡Sigue leyendo para saber más!
Cálculo del preaviso de baja voluntaria
El cálculo del preaviso de baja voluntaria es una parte importante a tener en cuenta al momento de renunciar a un trabajo. El preaviso es el período de tiempo que un empleado debe darle a su empleador antes de dejar el trabajo de forma voluntaria.
En España, la duración del preaviso de baja voluntaria está determinada por el Estatuto de los Trabajadores. Según este estatuto, el preaviso mínimo es de 15 días. Sin embargo, este período puede variar dependiendo de la duración del contrato y de lo que se haya acordado en el convenio colectivo aplicable.
Para calcular el preaviso de baja voluntaria, es necesario tener en cuenta la duración del contrato de trabajo. Si el contrato es indefinido, se puede calcular el preaviso en función de los años de servicio. Por ejemplo, si un empleado ha trabajado menos de 6 meses, el preaviso será de 15 días. Si ha trabajado entre 6 meses y 2 años, el preaviso será de 30 días. Si ha trabajado más de 2 años, el preaviso será de 60 días.
En el caso de contratos temporales, el preaviso se calcula en función de la duración del contrato. Si el contrato tiene una duración inferior a 6 meses, el preaviso será de 15 días. Si el contrato tiene una duración superior a 6 meses, pero inferior a 1 año, el preaviso será de 30 días. Si el contrato tiene una duración superior a 1 año, el preaviso será de 60 días.
Es importante tener en cuenta que el preaviso de baja voluntaria se cuenta en días naturales, es decir, se cuentan todos los días de la semana, incluyendo sábados, domingos y festivos. Además, el preaviso debe ser comunicado por escrito al empleador, indicando la fecha de inicio y finalización del mismo.
Consecuencias al renunciar al ERTE
1. Pérdida de la protección legal: Al renunciar al ERTE, el trabajador pierde la protección legal que este mecanismo ofrece, como la suspensión de su contrato de trabajo o la reducción de su jornada laboral.
Esto implica que el empleador puede exigirle retomar su actividad laboral a tiempo completo.
2. Posible pérdida de prestaciones económicas: Al renunciar al ERTE, el trabajador puede perder las prestaciones económicas que estaba recibiendo mientras se encontraba en esta situación. Esto incluye el subsidio por desempleo o el complemento salarial que pudiera estar recibiendo.
3. Reincorporación inmediata al puesto de trabajo: Al renunciar al ERTE, el trabajador puede ser llamado a reincorporarse a su puesto de trabajo de forma inmediata. Esto implica que debe estar preparado para retomar sus responsabilidades laborales en el momento en que se le requiera.
4. Posible cambio en las condiciones laborales: Al renunciar al ERTE, el empleador puede aprovechar la situación para realizar cambios en las condiciones laborales del trabajador, como modificar su horario, sus funciones o incluso su salario. Es importante estar consciente de esta posibilidad y evaluar si es conveniente o no aceptar dichos cambios.
5. Riesgo de despido: Al renunciar al ERTE, el trabajador puede estar expuesto a un mayor riesgo de despido. Esto se debe a que el empleador puede considerar que no es necesario mantener al trabajador en la plantilla si ha decidido prescindir del ERTE.
6. Pérdida de antigüedad: Al renunciar al ERTE, el trabajador puede perder la antigüedad acumulada en la empresa durante el período en el que estuvo en situación de suspensión o reducción de su contrato de trabajo. Esto puede tener impacto en beneficios como vacaciones o indemnizaciones por despido.
Mi recomendación para alguien interesado en el preaviso de baja voluntaria durante un ERTE es que se informe y consulte con un experto en derecho laboral antes de tomar cualquier decisión.
Es importante comprender que, durante un ERTE, existen ciertas restricciones y condiciones especiales que pueden afectar al preaviso de una baja voluntaria. Estas condiciones pueden variar dependiendo de la legislación laboral de cada país y de los acuerdos específicos establecidos durante el ERTE.
Un abogado laboralista o un asesor legal especializado en este tipo de situaciones podrá orientarte y explicarte con claridad cuáles son tus derechos y obligaciones, así como las posibles consecuencias de tomar una decisión precipitada.
Además, es importante tener en cuenta que un ERTE es una medida temporal y excepcional que busca preservar los empleos durante una situación de crisis o dificultad económica. Si tienes dudas sobre tu situación laboral, es recomendable explorar primero otras opciones, como la negociación con la empresa o la búsqueda de soluciones alternativas.
En resumen, ante cualquier duda o inquietud sobre el preaviso de baja voluntaria durante un ERTE, busca asesoramiento legal especializado para tomar una decisión informada y evitar posibles consecuencias negativas para tu situación laboral.