En el contexto actual de la crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia del COVID-19, muchas empresas se han visto en la necesidad de acogerse a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por fuerza mayor como medida para hacer frente a la falta de actividad y a la reducción de ingresos. Si bien esta figura legal ha sido una herramienta clave para preservar el empleo y mantener la viabilidad de las organizaciones, también ha generado incertidumbre entre los trabajadores respecto al riesgo de despido. En este contenido, exploraremos en detalle la situación de aquellos empleados que se encuentran en un ERTE por fuerza mayor y analizaremos los aspectos que rodean a esta problemática.
ERTE: impacto en indemnización por despido
El ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) es un procedimiento que permite a las empresas suspender o reducir temporalmente los contratos de trabajo de sus empleados debido a causas económicas, técnicas, organizativas o de producción.
En el caso de un despido durante un ERTE, el impacto en la indemnización varía dependiendo de la situación. Si el despido se produce durante la suspensión temporal de contratos, la indemnización se verá afectada. En este caso, el trabajador solo tendrá derecho a recibir la parte proporcional de la indemnización correspondiente al tiempo trabajado antes de la suspensión.
Por otro lado, si el despido se produce una vez finalizado el ERTE y el trabajador es despedido de forma definitiva, la indemnización no se verá afectada por el hecho de haber estado en un ERTE. En este caso, se aplicarán las mismas reglas y cálculos que se aplicarían en cualquier otro despido.
Es importante tener en cuenta que la indemnización por despido se calcula en función de los años de servicio del trabajador en la empresa y de su salario, siguiendo lo establecido en el Estatuto de los Trabajadores. Por lo tanto, el impacto del ERTE en la indemnización dependerá de cuándo se produzca el despido y si este se produce durante la suspensión temporal de contratos o una vez finalizado el ERTE.
Despido tras ERTE: ¿Cuándo es posible?
El despido tras un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) es posible en determinadas situaciones y bajo ciertas condiciones. A continuación, se detallan algunos escenarios en los que se podría producir un despido tras un ERTE:
1. Finalización del ERTE: Cuando finaliza el periodo establecido en el ERTE y la empresa no puede reincorporar a todos los empleados, es posible que se produzcan despidos.
2. Reducción de plantilla: Si la empresa ha experimentado una disminución permanente en su actividad económica y no puede mantener a todos sus trabajadores, puede llevar a cabo despidos tras el ERTE.
3. Imposibilidad de recuperación: Si, a pesar de la finalización del ERTE, la empresa no logra recuperarse económicamente y no puede mantener el nivel de empleo anterior, podría llevar a cabo despidos.
4. Causas económicas, técnicas, organizativas o de producción: Si la empresa alega alguna de estas causas para justificar los despidos, deberá seguir los procedimientos legales establecidos y cumplir con los requisitos exigidos por la legislación laboral.
Es importante destacar que el despido tras un ERTE debe ser justificado y cumplir con todas las garantías legales establecidas.
La empresa debe seguir los procedimientos correspondientes, comunicar por escrito las causas del despido y ofrecer las indemnizaciones correspondientes, si procede.
Estimado(a) interesado(a) en el Riesgo de despido en un ERTE por fuerza mayor,
Mi recomendación para ti es que te informes adecuadamente sobre tus derechos y opciones legales en caso de encontrarte en una situación de riesgo de despido en un ERTE por fuerza mayor. A continuación, te brindo algunos consejos que podrían resultarte útiles:
1. Conoce tus derechos: Infórmate sobre las leyes laborales y los reglamentos relacionados con los ERTE por fuerza mayor en tu país. Comprender tus derechos te ayudará a tomar decisiones informadas y a protegerte de posibles abusos.
2. Mantente informado: Sigue de cerca las actualizaciones y comunicaciones de tu empresa y de las autoridades competentes en relación con el ERTE. Mantenerte al día te permitirá estar preparado y saber cómo actuar en caso de que surjan cambios o nuevas directrices.
3. Comunícate con tu empleador: Si tienes dudas o preocupaciones sobre tu situación laboral, es importante que te comuniques con tu empleador. Pregunta sobre las razones detrás del ERTE y cómo podría afectar a tu empleo. También puedes solicitar información sobre las medidas que se están tomando para minimizar el riesgo de despido.
4. Consulta a un profesional: Si sientes que tus derechos están siendo vulnerados o si necesitas asesoramiento legal específico, considera buscar la ayuda de un abogado laboral especializado. Ellos podrán guiarte a través del proceso y brindarte la asistencia necesaria para proteger tus intereses.
5. Mantén una actitud positiva y proactiva: Aunque la situación pueda resultar preocupante, trata de mantener una actitud positiva y busca oportunidades para mejorar tus habilidades o adquirir nuevos conocimientos. Esto puede ayudarte a destacar entre tus compañeros y aumentar tus posibilidades de mantener tu empleo o encontrar uno nuevo en caso de ser necesario.
Recuerda que cada situación es única y que es importante adaptar estos consejos a tu realidad individual. Espero que estos consejos te sean de utilidad y que puedas enfrentar cualquier riesgo de despido en un ERTE por fuerza mayor con confianza y determinación.
¡Mucho ánimo y éxito en tu trayectoria laboral!