En tiempos de incertidumbre económica, muchas empresas se han visto obligadas a recurrir a los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) como una medida para reducir costos y preservar la viabilidad de sus negocios. Esta situación ha generado inquietud entre los trabajadores, quienes se preguntan si es posible mantener un empleo activo mientras se encuentran en ERTE. En este contenido, exploraremos esta interrogante y analizaremos las posibilidades y limitaciones que existen para aquellos que se encuentran en esta situación. Descubre a continuación las claves para mantenerse activo y aprovechar al máximo esta etapa de transición laboral.
Consecuencias laborales del ERTE
El Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) es una medida que las empresas pueden utilizar para hacer frente a situaciones de crisis o dificultades económicas, como la actual pandemia del COVID-19. Sin embargo, esta medida puede tener importantes consecuencias laborales tanto para los trabajadores como para la empresa.
1. Reducción de jornada y salario: Una de las principales consecuencias laborales del ERTE es la reducción de la jornada laboral y, en consecuencia, del salario de los trabajadores afectados. Esto puede suponer una disminución significativa de los ingresos de los empleados y, por tanto, tener un impacto en su economía personal.
2. Despido temporal: En algunos casos, el ERTE puede llevar al despido temporal de los trabajadores afectados. Esto significa que la empresa deja de contar con ellos durante un periodo determinado, pero manteniendo su relación laboral. Una vez finalizado el ERTE, los trabajadores suelen ser reincorporados a sus puestos de trabajo.
3. Limitación de derechos laborales: Durante la aplicación del ERTE, los trabajadores afectados pueden ver limitados algunos de sus derechos laborales, como el derecho a la movilidad geográfica o la posibilidad de solicitar una excedencia. Esto se debe a las restricciones impuestas por la empresa para hacer frente a la situación de crisis.
4. Falta de estabilidad laboral: En general, el ERTE supone una falta de estabilidad laboral para los trabajadores afectados. Aunque se trata de una medida temporal, la incertidumbre sobre la duración del ERTE y las posibles consecuencias a largo plazo pueden generar inseguridad y preocupación en los empleados.
5. Impacto en la carrera profesional: El ERTE puede tener un impacto en la carrera profesional de los trabajadores, especialmente si la duración del expediente se prolonga. Durante este periodo, es posible que los trabajadores no puedan desarrollar sus habilidades o adquirir nuevas competencias, lo que podría afectar a sus oportunidades de promoción en el futuro.
Duración máxima de ERTE para empresas
La duración máxima de un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) para empresas está determinada por la normativa vigente en cada país. En España, por ejemplo, el Real Decreto Ley 8/2020 establece que la duración máxima de un ERTE debido a fuerza mayor es de seis meses, prorrogables por otros seis meses adicionales en determinadas circunstancias.
En el caso de los ERTE por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, la duración máxima es de seis meses, prorrogables por otros seis meses adicionales si se cumplen los requisitos establecidos.
Es importante tener en cuenta que la duración máxima de un ERTE puede variar en función de diferentes factores, como el sector de actividad de la empresa, el número de trabajadores afectados, la gravedad de la situación económica, entre otros.
Durante la duración del ERTE, los trabajadores afectados pueden acceder a prestaciones por desempleo, que les ayudan a compensar la pérdida de ingresos durante ese período.
Es fundamental que las empresas cumplan con todos los requisitos legales y administrativos establecidos para la aplicación de un ERTE, y que se mantengan informadas sobre los posibles cambios o actualizaciones en la normativa.
Si estás interesado en trabajar en ERTE y mantener un empleo activo, te recomendaría seguir estos consejos:
1. Infórmate: Investiga y familiarízate con las regulaciones específicas del ERTE en tu país. Conoce los requisitos, derechos y responsabilidades tanto del empleador como del empleado en esta situación.
2. Comunícate con tu empleador: Habla abiertamente con tu empleador sobre tu interés en trabajar durante el ERTE. Explícales cómo podrías contribuir al negocio y cómo podrían adaptar tu función para que puedas seguir siendo productivo.
3. Adapta tus habilidades: Si es posible, busca maneras de adaptar tus habilidades y conocimientos para satisfacer las necesidades actuales de la empresa en el contexto del ERTE. Esto podría implicar asumir nuevas responsabilidades o aprender nuevas habilidades.
4. Mantén una actitud positiva: Muestra tu disposición y compromiso para trabajar durante el ERTE. Demuestra tu motivación y enfoque en el éxito de la empresa, incluso en tiempos difíciles.
5. Sé flexible: Durante el ERTE, es posible que se produzcan cambios en los horarios, tareas o condiciones laborales. Sé flexible y abierto a adaptarte a estas circunstancias para mantener tu empleo activo.
6. Mantén la comunicación: Mantén una comunicación constante con tu empleador y otros miembros del equipo. Infórmate sobre los avances del ERTE y asegúrate de cumplir con todas las expectativas y requerimientos establecidos.
Recuerda que cada situación de ERTE puede ser diferente y dependerá de las políticas y regulaciones específicas de cada país y empresa. Por lo tanto, es importante estar informado y mantener una comunicación abierta con tu empleador para encontrar la mejor forma de mantener tu empleo activo durante el ERTE.